En numerosas ocasiones nuestros clientes muestran su disconformidad con el hecho de que, entre que se deposita una marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas y la misma es concedida, -y eso cuando no hay problemas como oposiciones de terceros o suspensos por algún defecto- pasan más de 6 meses. Por lo que siempre existe el temor de que se hagan inversiones de relieve en ese ínterin y, sin embargo, la marca finalmente sea denegada. Lo curioso de todo ello, y así lo transmitimos a los clientes, es que nuestra Oficina nacional es probablemente la más rápida del mundo, lo que hace que muchos de ellos se echen las manos a la cabeza.
Las circunstancias se prestan a que contemos alguna curiosa y hasta divertida anécdota de relieve que, de una u otra manera, hemos tenido que padecer en estas últimas décadas, en la medida en que nuestra Firma cuenta con corresponsales en todos los países del mundo. Y no nos referimos a exigencias legales en unos países que en otros pueden no existir, sino a curiosidades que nos hacen plantearnos si realmente merece la pena acceder a la protección marcaria en algunos países.
Algunas oficinas de marcas del mundo
Por ejemplo, estamos convencidos que casi nadie conoce lo ocurrido en Libia con la entrada de Gadafi en el poder; se consideró por su Gobierno nacionalizarlo todo y sacar dinero de debajo de las piedras, lo que concluyó en la maravillosa idea de dar de baja todas las marcas existentes en la Oficina de marcas libanesa, obligando a los titulares de marcas a repetir el depósito de sus signos marcarios, si querían evitar que su competencia se les “colara” solicitando su propia marca.
Qué decir del funcionamiento de algunas oficinas, y de la lentitud de sus funcionarios, seguramente siempre por la falta de medios, que se corresponde con la pobreza del mismo país. Por regla general, es por todos sabido que la vida de una marca se renueva decenalmente, lo que es un principio aplicado en casi todas las legislaciones. Pues bien, en numerosos casos nos vemos obligados a pagar las tasas de la renovación de una marca antes incluso de que la misma sea concedida, paradoja cuanto menos curiosa, que nos lleva a concluir que el Estado en cuestión no se compromete a acelerar los trámites de una mera concesión, pero desde luego no renuncia a cobrar su tasa de renovación, y a ver quién le discute.
Curiosidades y anécdotas
Pero seguramente el caso más curioso fue el que tuvo lugar en la República de Centroáfrica hace ya 30 años, donde no pudimos recuperar el historial de una marca de un cliente porque la “choza” donde se archivaban éstas había sido atacada por una legión de ratas con una especial “querencia” al papel de impresión de marcas. Imaginen la cara de nuestro cliente cuando le comentamos que tenían que depositar una nueva marca por tan gastronómico motivo…
Así pues, no nos quejemos del funcionamiento de nuestro organismo patrio, porque como ya hemos visto no sólo no tienen lugar acontecimientos de la índole de lo ocurrido, sino que además podemos presumir de que tenemos el mejor funcionamiento dentro de las oficinas de los países de Occidente. Y una vez pasados los efectos de la pandemia, que lógicamente ha dejado sus huellas, sólo nos queda incluso mejorar…
Autora: Paula Cruz es Directora del Departamento de Propiedad Industrial e Intelectual Internacional de Fernández-Palacios Abogados
Imagen: Wikimedia Commons.